Fuertes tormentas inundaron grandes secciones del Sahara, uno de los desiertos más áridos del planeta provocando la muerte de 20 personas. Se espera que estas tormentas recarguen el acuífero y haga brotar hierba verde, misma que podría modificar el clima en regiones adyacentes. A diferencia de la arena, la vegetación reduce la reflexión de la luz solar, lo que podría incrementar la temperatura, la evaporación y la precipitación de la región, y quizá alterar los patrones de lluvia en otras partes del mundo. Por otro lado, la vegetación podría mitigar el cambio climático al absorber dióxido de carbono de la atmósfera.
Información de Mario Alberto Ortiz Jiménez