La recién nombrada presidenta del partido-movimiento Morena, Luisa Alcalde, anunció que su liderazgo estará marcado por la implementación de un decálogo de principios que normarán el ejercicio de la función pública. Esta medida exigirá a todas las autoridades estatales y municipales surgidas del partido comprometerse con los valores y lineamientos establecidos para garantizar transparencia, honestidad y responsabilidad en el ejercicio de sus funciones.
En su primera conferencia de prensa como lideresa del partido oficial anunció que la firma masiva de estos principios comenzará el primero de octubre y se extenderá 100 días.
Decálogo que las autoridades estatales y municipales morenistas deberán suscribir en los próximos 100 días:
- Lo servidores públicos de morena se deben al pueblo y deben ser leales a ellos. Atienden sus reclamos en audiencias públicas semanales.
- Somos demócratas. Cuando existe duda, conflicto o alguna decisión difícil, se consulta al pueblo.
- Se informa de manera periódica y con absoluta transparencia el destino de los recursos públicos.
- Se cuenta con Plan de Austeridad Republicana, que incluye erradicar privilegios de los funcionarios. Ningún funcionario gana más que la Presidenta de México.
- La corrupción no se tolera y se cuenta con mecanismos eficaces para evitarla y castigarla. No hay cabida al nepotismo, amiguismo, influyentismo ni a los aviadores.
- En los equipos de gobierno hay el mismo número de hombres y mujeres. Se da oportunidad a los jóvenes.
- Los recursos públicos, la inversión pública en infraestructura y programas siempre están enfocados en los que menos tienen.
- LOS SERVICIOS PÚBLICOS SE FORTALECEN Y MEJORAN, NO SE PRIVATIZAN. Se respeta la naturaleza. Las reservas naturales por encima de intereses privados.
- En ningún caso la policía se utiliza para reprimir al pueblo y hay una línea divisoria con el crimen organizado.
- El poder se ejerce con humildad. No hay espacio para banalidades.
Aún no se han especificado los mecanismos para forzar a las autoridades y funcionarios morenistas a que se apeguen a estos lineamientos, como tampoco las sanciones para quienes sean omisos.
Bajo este escenario surgen algunas interrogantes relacionadas con el cumplimiento de dicho decálogo por parte de las autoridades tepiqueñas, específicamente el postulado número ocho, que persigue fortalecer y mejorar los servicios públicos municipales en lugar de privatizarlos ¿Suscribirá Geraldine Ponce estos lineamentos partidistas a pesar de prohibir expresamente la entrega de los servicios públicos a particulares? ¿Reculará el “gerente de la ciudad” de su intención de otorgar mediante la figura de un contrato de asociación público privada la operación del nuevo relleno sanitario La Villita por 25 años? De acuerdo al dictamen de factibilidad presentado en la reunión del Cabildo tepiqueño del pasado 14 de septiembre, el proyecto de privatización es viable y está listo para iniciar su desarrollo con el proceso correspondiente de Licitación Pública; circunstancia facilitada por la inexistencia de una oposición dentro del Cabildo, ya que los regidores y regidoras están en calidad de “florero”, o sea, al “mande usted” de la presidenta.
Si tal decálogo no es un mero ejercicio de demagogia guinda, será interesante atestiguar como la nueva dirigencia de morena disciplina a Ponce Méndez y le trunca cualquier posibilidad de hacer pingües negocios con el aprovechamiento y disposición final de los residuos sólidos municipales de la mano de socios privados.
Texto de Vicente Rocha