La madrugada del 6 de junio del 2021, Roberto Sandoval Castañeda y su hija, Lidy Alejandra, fueron detenidos en el municipio de Linares en el Estado de Nuevo León.
El exfuncionario es acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) del delito de “operaciones con recursos de procedencia ilícita” y en ese entonces llevaba al menos tres meses prófugo de la justicia.
Un juez federal había emitido la orden de aprehensión contra los dos el 1 de marzo de 2021 y el Ministerio Público había solicitado a Interpol que publicara una ficha roja. Sandoval, del Partido de la Revolución Institucional (PRI), gobernó Nayarit entre 2011 y 2017 en un oscuro periodo que dejó una estela de desapariciones forzadas, personas torturadas y familias despojadas de sus viviendas.
Al emitir la orden de detención en marzo de 2021, el juez había considerado que tanto el exgobernador como su hija habían realizado una cantidad “desmesurada” de operaciones “en detrimento económico de las finanzas públicas de Nayarit”.
El magistrado dijo además que era posible que los dos contaran “con una alta capacidad económica” para huir de la justicia y era probable que tuvieran ”nexos con un grupo delictivo organizado”. La de marzo de 2021 era la cuarta orden de aprehensión contra el exfuncionario.
En noviembre de 2020, cuando un tribunal estatal solicitó llevarlo ante la justicia, las autoridades de Nayarit reportaron que Sandoval ya no se encontraba en la entidad. Desde entonces, se desconocía el paradero.
A 1 año de su detención, el pasado lunes 30 de mayo el ex funcionario, quien se encuentra en el CEFERESO El Rincón, propuso a las autoridades desocupar el rancho El Sueño y firmar un documento en ese sentido, con el fin de solucionar la causa penal que se le sigue por el probable delito de falsificación de documentos.