La Fiscalía General de la República (FGR) inició una investigación por el daño a monumentos arqueológicos tras la extracción de una pintura rupestre en La Cueva Pinta, en Coahuila.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó la denuncia, confirmando que una figura de una mano fue cortada de la pared con una sierra eléctrica, causando un daño irreparable.
Las pinturas rupestres, que datan de entre 500 y 5,000 años, fueron afectadas, representando una grave pérdida para el patrimonio cultural.